La lógica actual de producción nos hace entrar en un ciclo de consumo que no se cierra. Compramos la cosa, la cosa se arruina, la tiramos y compramos una nueva. ¡Pero espera! ¿Qué pasa con la vieja? ¿Para dónde va? ¿Cuántas cosas viejas son descartadas por las innovaciones tecnológicas a cada año? En Buenos Aires, con la idea de reconectar a las personas al ciclo de vida de un producto y repensar el consumo, el Club de Reparadores promueve eventos en toda la ciudad donde casi todo puede ser reparado: de la electrónica a los libros, ropa, instrumentos musicales, etc. .El grupo también hace una encuesta de los talleres reparadores en los barrios donde pasan y el uso de nuevas tecnologías como la impresión en 3D para reemplazar las piezas que habían discontinuado la producción. Según las fundadoras, ahora están reunindo información en un sítiopara quién quiera pueda hacer réplicas del club en más ciudades. Tan pronto como sea posible un sitio web mostrará toda la información sobre sus acciones y estrategias. La idea es formar una red e intercambiar experiencias, promoviendo la crítica del consumo desenfrenado y la reconexión con el ciclo de vida del producto. Más adelante compartimos las entrevistas!